El abandono escolar temprano sigue siendo un problema para muchos países de la Unión Europea, a pesar de los importantes avances que se han hecho en relación con la integración escolar de los jóvenes con distintos antecedentes y situaciones. La necesidad de ejecutar el proyecto APPLE surgió de los altos niveles de abandono escolar temprano entre los países miembros de la UE y otros asociados. Según los datos publicados por Eurostat, en 2017 el 10,6% de los jóvenes (18 a 24 años) de la UE no terminaron sus estudios en el nivel secundario superior por diversas razones sociales, económicas y familiares.